ADIÓS AL DINERO CONTANTE Y SONANTE

El dinero en efectivo está en boca de todos. Hoy en día con las innovaciones en sectores tecnológicos, hemos vivido cambios en objetos cotidianos tales como las cartas por el email, los libros por los e-books... pero, ¿sufrirá el dinero en efectivo esta evolución?

La economía sumergida representa en España una cantidad que se estima entre 190.000 millones de euros, un 18,6% del PIB, según algunos estudios. El afloramiento de cuentas en B y trabajos en dinero negro,  la escasa circulación del dinero, ha devuelto a la actualidad a los teóricos que abogan por la desaparición del dinero físico.

Como podemos observar en la gráfica adjunta, el país cuya circulación de dinero en efectivo abunda es Japón, seguido de Hong Kong o Rusia, esto es debido a su inseguridad y rapidez a la hora de realizar transacciones económicas

Por otro lado países como Suecia, Sudáfrica o Reino Unido son países cuya mayor parte de la población utiliza las tarjetas de crédito para realizar compras.

Centrémonos en el caso de Suecia. No hace mucho, el gobierno sueco aprobó la ley de prohibición de circulación de dinero en efectivo en su país. Las instituciones financieras argumentan, que de esta forma se facilitarán los servicios bancarios para los clientes y al dinero de plástico le llaman "dinero inteligente", lo que consecuentemente convierte al dinero en efectivo en dinero "estúpido". Los bancos se beneficiarán si todos los ahorros en efectivo se mantienen controlados en las cuentas, en lugar de en dinero en efectivo.

¿Llegará pronto esta transformación total del dinero efectivo en dinero "inteligente"? ¿Adoptarán los gobiernos del resto del mundo la misma propuesta que Suecia?. Si se implanta un sistema sin dinero en efectivo ya no existirá el anonimato en las actividades de pago ni siquiera para pequeños recados y compras diarias.

Los pagos en efectivo por encima de cierta cuantía están limitados en muchos países. Se reduce la denominación de los billetes. El Banco Central Europeo dejará de emitir los billetes de 500 euros el año que viene. Los movimientos de fondos con la Administración y las grandes empresas ya se realizan de facto por abonos y cargos en cuenta corriente. Es un proceso imparable e irreversible. Del mismo modo que desaparecieron los títulos valores en papel, el papel moneda también desaparecerá.